viernes, 12 de noviembre de 2010

por lanjarón


Hola, ¿qué tal?

Bueno, tal y como os comentaba ayer en antena, en el programa de Campobase, cualquier momento es bueno para acercarse hasta el pueblo de Lanjarón, verdadera puerta de la Alpujarra. Municipio histórico, monumental y paisajístico como pocos y a tiro de piedra de la capital. Por allí estuvimos el sábado viendo una demostración de búsqueda de trufas con perros y con jabalíes (Concha con su cría, ver fotos) dentro de las actividades de las segundas jornadas micológicas.

Daros un paseo por el, creo, desconocido para el gran público, Parque del Salado con subida al castillo árabe. Y luego a callejear por sus barrios, la placeta de Santa Ana, el barrio Hondillo, descubriendo tinaos y pasadizos, hornacinas y ermiticas, rincones de macetas y muchos elementos que, a pesar del crecimiento urbanístico de Lanjarón, hacen de este pueblo un lugar que ha conservado sus encantos.

Una de las propuestas en una agradable jornada por Lanjarón, en la que no deben faltar, claro, la visita a sus bares y restaurantes con buenas tapas y platos, es el reciente Museo del Agua que acertadamente se ha abierto en un lugar tan ligado al agua y a sus  propiedades medicinales. Moderna arquitectura para unos contenidos visuales y sensitivos interesantes en donde destaca una gran pantalla digital sobre un lecho de agua (ya me diréis qué os parece)

Y si lo que os apetece es salir al campo, yo os aconsejaría, entre tantas ofertas de naturaleza de la zona, que subáis por la carretera-pista que, junto al Balneario, sube hacia la Sierra, hacia el paraje de Tello. Una parada en la fuente de Pedro Calvo puede ser el lugar ideal para descansar e impregnarse del todo de la belleza de la zona. Llegar hasta aquí en bici y descender luego hacia Nigüelas o Acequias por pista es, os aseguro, un recorrido muy interesante para los bikers.

Bueno, suficientes motivos para ir a Lanjarón pero seguro que vosotr@s tenéis alguno más. Saludos

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